Como dijo Roman Kent, sobreviviente del Holocausto: "La resistencia no tiene que ser con un arma y una bala".
Resistencia espiritual: Cuando ya no era legal que los judíos se congregaran, algunos aun así se reunían para orar. En los guetos, algunos continuaron impartiendo instrucción religiosa a los niños judíos, a pesar de que estaba prohibido. Los judíos religiosos observaban las fiestas en los guetos y en los campos de concentración; algunos incluso ayunaban en Yom Kippur o se negaban a comer comida no kosher. Los judíos que trabajaban en fábricas de armamento lo hacían lentamente y trataban de asegurarse de que las balas y bombas que producían no funcionaran correctamente.
Resistencia partisana: Otra forma de resistencia fue la supervivencia en los bosques de Europa del Este y Grecia. Aproximadamente 30.000 judíos escaparon de los guetos y de las comunidades atacadas huyendo a los bosques. Se produjeron fugas de guetos grandes y pequeños, como Vilna, Minsk, Lachwa y Mir, de este último escaparon más de 200 judíos. Algunos grupos sobrevivieron con la ayuda de las comunidades locales, que les proporcionaron alimentos, suministros y armas, mientras que otros se vieron obligados a recurrir a acciones subrepticias y al robo. Estos campamentos forestales no solo facilitaron la supervivencia; los grupos que incluían familias continuaron educando a los niños y creando nuevas vidas. Casi todos los grupos siguieron con sus prácticas religiosas a pesar de las condiciones restrictivas.
En muchos casos, estos campamentos sirvieron como bases para unidades partisanas que estaban armadas y luchaban contra los nazis. La resistencia armada durante el Holocausto no fue fácil. Los judíos que decidieron luchar contra los nazis tenían que enfrentarse al antisemitismo dentro de los movimientos partisanos, así como a la falta de armamento, a la falta de entrenamiento y a la amenaza de ser capturados y asesinados por los nazis. A pesar de estos obstáculos, la resistencia judía tuvo lugar en Bélgica, Bielorrusia, Francia, Lituania, Polonia y Ucrania. Los judíos también eran miembros de los movimientos de resistencia francés, griego, italiano, soviético y yugoslavo.
La supervivencia en los bosques fue un desafío debido al clima, las enfermedades y las actitudes antisemitas o los ataques de muchos grupos partisanos no judíos que también ocupaban los bosques. A pesar de estos desafíos, los judíos que se unieron a grupos partisanos contribuyeron a los esfuerzos contra los nazis en estas comunidades y ayudaron a su propio pueblo a sobrevivir. Algunas de las unidades partisanas más competentes se ubicaron en los alrededores de Lodz, área conocida como el Bosque de Parczew. Otro grupo muy conocido fue el de los partisanos de Bielski, en el oeste de Bielorrusia. En todos los casos, el bosque proporcionó cobertura y protección a las unidades partisanas.
Hay otros ejemplos de resistencia judía durante el Holocausto. Uno de los ejemplos más famosos es el Levantamiento del Gueto de Varsovia. Cuando los nazis intentaron liquidar el gueto de Varsovia, los judíos organizaron una revuelta armada. Además, en tres campos de exterminio −Sobibor, Treblinka y Auschwitz-Birkenau− los prisioneros organizaron levantamientos armados contra los guardias.
Fuente: Enciclopedia del Holocausto. Museo Conmemorativo del Holocausto de Estados Unidos. “Partisans.” Echoes & Reflections, echoesandreflections.org.